Uno de dichos cambios es la demanda de que la protección del medio ambiente se convierta en un criterio para el desarrollo, que es dada por una nueva sensibilidad en la que una mejor calidad de vida se convierte en el objetivo. Hablar de medios de comunicación y ecología supone hablar de la influencia de dichos medios en la creación de una conciencia medioambiental a través de sus diferentes contenidos: informativos, educativos, de ocio/ficción y, por supuesto, publicitarios. Y en nuestro caso particular, la publicidad en la vía pública, elegir creatividades transformando nuestros productos para que ayuden a fomentar el cuidado del medio ambiente.
Creemos que el cambio se resuelve haciendo hincapié en los pequeños detalles. Conquistando esto, uno puede construir una imagen de marca sólida y fuerte hasta transformase en un concepto con sello propio.
En síntesis, siempre estuve convencido de las ventajas que ofrece este medio, de las ventajas dentro de las diversas estrategias de comunicación a utilizar, pero claro, manteniendo premisas fundamentales: el mensaje debe ser creativo y legible, el dispositivo a utilizar debe tener una dimensión destacada, la ubicación geográfica donde va emplazado el Cartel debe ser la adecuada al target seleccionado por el anunciante con óptima visibilidad tanto para peatones como así también para el tránsito vehicular y por último, la importancia de trabajar en equipo, interactuando de manera permanente con el anunciante, cimentando a través de estas acciones la confianza que el cliente nos brindó al elegir a Delfino Magnus. Logrando de esta forma que el anuncio idealizado por el mismo se vea plasmado en todo su contexto.
Cumplidas estas premisas, el éxito del objetivo deseado está garantizado.